El hombre que obedece, el camello, es en este caso una marioneta que no sabe porqué es manejada por hilos ocultos. Todavía no lucha, se deja llevar, acata las órdenes que los impulsos de las cuerdas dan a sus extremidades. Quizás no esté preparado todavía para imponer su voluntad y romper esas cadenas que le indican los movimientos a seguir. No sé, no sé...
Una producción de SoloParaLocos
Música e idea original: Víctor Antón
Clarinete: Arturo Cerrato
Piano: Víctor Antón
Hombre que obedece: Antonio Oliveira
Gracias a todos por vuestro magnífico trabajo!!Estáis locos de remate!!
jueves, 3 de febrero de 2011
Las tres transformaciones del espíritu
Aquí comienza el blog de SoloParaLocos, obsesionado con la idea de las transformaciones del espíritu que salieron de la cabeza del filósofo alemán F. Nietzsche en su obra "Así habló Zaratustra".
Tres transformaciones del espíritu os menciono: cómo el espíritu se convierte en camello,
y el camello en león, y el león, por fin, en niño.
Esto dijo Zaratustra, aquel profeta que, cansado de su sabiduría, decidió partir a iluminar a los hombres como el gran astro nos ilumina a todos cada mañana. Y les habló así porque para Nietzsche, que habla por boca de ese asceta visionario, la vida pide más vida y es una lucha de la voluntad que ha de ejercitar el hombre. De esta manera, el camello, un animal que transporta mercancías bajo el duro sol del desierto es el ser sin voluntad, hace lo que se le dice, obedece, no cuestiona e incluso lo acata agrado su función tan ingrata. Sin embargo, el camello debe revelarse contra la imposición de su resignación y obediencia. Ahora, el camello quiere ser señor en su propio desierto y se convierte en león, el animal que dice "yo quiero" y que no rinde cuentas a ningún otro animal. Pero esta doble transformación aunque necesaria, pues el león ha derrotado a la obediencia y ha impuesto la voluntad, es escasa todavía porque el león no puede crear, sólo destruir. Por eso, el león se transforma en niño, plena voluntad e imaginación, un ser sin miedo ni tabúes, que juega por jugar y ríe por reír y llora por llorar sin otra motivación más lejana.
Esta idea, es la que SoloParaLocos está investigando y poco a poco veréis nuestras interpretaciones al respecto. Y recordad: solo para locos, no para cualquiera.
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